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lunes, 21 de junio de 2010

EL TRABAJO REALIZADO POR LOS CREYENTES EN LA IGLESIA ES PASTORAL


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Rev. Blanca Irma Rodríguez
Comisión Vida y Misión
Concepción, Chile, 03-11-05


Podríamos decir que el trabajo que realizan o realizamos las mujeres dentro del ámbito eclesial tiene ambas connotaciones. La Social y la Pastoral. Es Social, porque cuando realizamos una acción con la cual beneficiamos a otra u otras personas estamos realizando un trabajo social. Pero, también es pastoral, en el sentido que lo que hacemos no se limita solamente a la parte física ni emocional de las personas sino que también alcanza el ámbito de lo espiritual, abarca lo trascendente del Ser Humano.

Este es el mismo caso de la Diaconía. El Estado como tal, hace trabajo social; La iglesia hace diaconía. La Iglesia realiza mucho trabajo social relacionado con las obras benéficas de atención a la gente. Sin embargo reconocemos que la iglesia no realiza actos caritativos de mitigación de la pobreza; sino que realiza una diaconía de atención al pobre y al necesitado como un mandato divino, por justicia y por amor al prójimo y a Dios.

Dentro de la Iglesia, todo el trabajo que realizamos es pastoral, porque está realizado por pastores/as. Es decir, por sacerdotes y sacerdotisas. De acuerdo con el apóstol Pablo y que posteriormente lo retoma Martín Lutero, en Cristo todos somos hijos e hijas de Dios por medio del Bautismo. Y, en la Iglesia todos somos sacerdotes por medio de la fe. Por el Sacerdocio Universal de creyentes todo lo que hacemos en la iglesia si lo hacemos con amor al prójimo y con fe en la obra salvadora de Nuestros Señor Jesucristo, es un trabajo pastoral. Esto es válido para todo el hacer de la iglesia. Para el trabajo pastoral de jóvenes, trabajo pastoral con tercera edad, trabajo pastoral con niños y niñas, así como también el trabajo pastoral de la mujer.

El trabajo en la iglesia no se hace por caridad, ni por ganar importancia ni prestigio personal, como se haría en otros círculos de la sociedad, en la iglesia el trabajo lo hacemos por amor, por justicia y por agradecimiento a Dios por las cosas y bendiciones que ya nos ha dado. Cuando nosotros asumimos y confesamos que hacemos un trabajo pastoral o lo que es mejor que pertenecemos a un grupo llamado “Pastoral de la Mujer” u otro tipo de trabajo dentro de la iglesia, decimos y confesamos que nuestro comportamiento, nuestra conducta, nuestras actitudes están enmarcadas en un modelo de comportamiento ya conocido y que históricamente se ha ganado un reconocimiento social.

El vocabulario que utilizamos en nuestro día a día, o los conceptos que usamos para definir nuestro trabajo, son importantes. Es eso, lo que nos identifica y nos ubica en el espacio en el que nos movemos y la labor que realizamos frente a los demás. Así por ejemplo, cuando nos referimos a la coordinadora de mujeres, a la Mesa de Mujeres, y a otros tantos nombres de agrupaciones de mujeres que pudieran existir, etc. Inmediatamente nos da la idea de un trabajo es las esferas gubernamentales y /o sociales. Pero cuando nos referimos a un trabajo hecho por la pastoral de mujeres, tácitamente estamos diciendo que las personas involucradas en esta acción, labor o trabajo, o como se le quiera llamar, es un grupo de mujeres de Iglesia quienes lo realizan. Esto sin necesidad de dar muchas explicaciones, ni entrar en definiciones complejas y abstractas.

Cada ciencia, cada área del conocimiento humano, tiene o por lo menos intenta tener su propia conceptualización, que lo lleva a tener una mejor comprensión de lo que quiere expresar. Por ejemplo; no es lo mismo hablar de construir, cuando nos referimos a la ingeniería que cuando nos referimos a la filosofía. En ingeniería tiene una connotación material, física, una estructura que tiene forma tiempo y espacio, en cambio en filosofía es o puede ser la construcción de un pensamiento, de algo que tiene forma pero que es imaginaria, aunque tiene tiempo por la época en que es generado este pensamiento, pero no tiene espacio, en tanto que no podemos decir que es una estructura física, porque se trata de una estructura mental o mentalizada.

Así, la Teología como ciencia también tiene su propia conceptualización. El uso de ellos, nos identifican en medio de las otras disciplinas que intervienen, por ejemplo en grupos multidisciplinarios en los que participamos como iglesia. Es por esa razón que nosotros cuando nos referimos al trabajo realizado por hombres y mujeres de la iglesia y/o en la iglesia, lo reconocemos como “Trabajo Pastoral”, eso nos permitirá dar una imagen de las características de nuestra labor, y no habrá necesidad de dar mayores explicaciones.

Cuando hablamos de trabajo pastoral, ya estamos definiendo las características de lo que hacemos. En la Biblia existen cuatro cartas conocidas como pastorales, estas son: 1ª y 2ª de Timoteo, Tito y Filemón. Se les llama pastorales justamente por el vocabulario utilizado y por la temática que aborda en su contenido. Se trata de un vocabulario sencillo, personal; que denota confianza, cariño, respeto y especialmente amor. En cuanto a la temática. Trata de temas o problemas bien particulares que interesan solamente a las parte involucradas, pero que desde ese ámbito en lo particular su actuar y sus enseñanzas son o pueden ser válidas para otras personas en iguales circunstancias.

Dentro de la iglesia hay o debería haber un cambio, una transformación de conductas y de actitudes, a partir de nuestro propio compromiso de fe. Un trabajo “pastoral” define formas de actitud y comportamientos de las personas que lo realizan. El Mismo Pablo acude a Filemón para interceder por Onésimo. Pablo tiene la convicción que Filemón actuará de acuerdo a la norma cristiana por su conversión al Evangelio.  Amén.

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