LA VOLUNTAD DE DIOS Y EL CORAJE DE
MARÍA
Lucas 1: 26-38
En el mundo hay muchas mujeres
que como María han recibido la noticia de un embarazo no esperado. En nuestros días la noticia de un embarazo generalmente
la reciben del médico, porque hay mayor acceso a los cuidados médicos. En la época de María esto no era posible, y
peor cuando la misma Biblia nos dice que María era una muchacha pobre. Por eso
no es extraño que quien le anuncie su concepción sea un ángel.
A pesar de los avances de la
ciencia y la medicina en cuanto a las formas y métodos de prevención, no ha
sido posible que la enseñanza penetre en las mentes de los jóvenes,
especialmente en países como El Salvador, donde tenemos un creciente número de
jóvenes-niñas, embarazadas. Esto se da por diferentes causas:, por curiosidad,
por inexperiencia pero un alto número de casos es por violación sexual.
A esta edad, la adolescencia y la
juventud, la ingenuidad en este tema es determinante. En el caso de María, el
anuncio de su concepción hace que ella se sorprenda cuando recibe la noticia.
Me imagino que ella, más que sorprenderse ha de haber quedado estupefacta por
el temor a lo que se le pudiera venir encima. Recordemos que la mujer ahora y
más en aquellos tiempos era marginada, excluida y oprimida por la sociedad, y
más cuando la mujer cometía un error de esta naturaleza. El error de ser madre
soltera, la sociedad antigua y aún la moderna no lo perdona. (Por lo menos en
nuestros contextos).
Es importante para nosotras las
mujeres, detenernos en el hecho de que Dios envía al Ángel Gabriel, hasta los 6
meses que María estaba embarazada. Podemos preguntarnos:
¿Por qué Dios no lo envió al inicio? Cuando tenía el plan de enviar a su hijo al mundo, de manera que María también participara desde el inicio en su plan de salvación. María conoció la noticia, supo que había sido la elegida cuando ya todo estaba consumado, después de 6 meses ¿qué podía hacer ella ya en ese momento?, sino solo aceptar la voluntad divina.
¿Por qué Dios no lo envió al inicio? Cuando tenía el plan de enviar a su hijo al mundo, de manera que María también participara desde el inicio en su plan de salvación. María conoció la noticia, supo que había sido la elegida cuando ya todo estaba consumado, después de 6 meses ¿qué podía hacer ella ya en ese momento?, sino solo aceptar la voluntad divina.
María, según nos lo dice la
Biblia, estaba comprometida a casarse con su prometido José, descendiente del
rey David. En la vida de María hay dos proyectos que se fusionan, pero también
se contraponen. Por un lado, el plan de Dios que irrumpe en la historia humana,
por medio del Espíritu Santo, que encarna en María para cumplir la promesa del
nacimiento del Mesías prometido. Por el otro, el nacimiento del Hijo de Dios en
el matrimonio de José.
Nuestra capacidad humana, no es
competente para comprender la actuación de Dios entre nosotros. Pero sí nos sirve
para aprender esta gran lección de amor, de comprensión, de tolerancia y
aceptación.
“Salve, llena de gracia, en Señor
está contigo”. Es el saludo del ángel para María. El se da cuenta de lo que le
sucede a María, y la vez que la saluda, también, al verla sorprendida, y llena
de temor, le dice: Ahora vas a
quedar en cinta, no tengas miedo pues tú gozas del favor de Dios”. El
ángel le recuerda la promesa que ella goza del favor de Dios, esa es una forma de tranquilizarla, y de darle seguridad
de que pase lo que pase, Dios siempre está con ella.
El rol de Maria al inicio del plan de Dios fue muy pasivo, ella no tuvo opciones mas que aceptar la voluntad divina de serla madre del Salvador. Ella no pudo escoger el nombre de su Hijo, pues el ángel se lo dio. El
ángel le dio el título de ser Hijo del Dios altísimo y tambien le dijo: Dios lo hará Rey igual
que a su antepasado David. Esto es un espejo que refleja la cultura en la que vivia, María no
decidió ni por ella, ni por su Hijo. Otros lo hicieron. Ella solo tomó la
responsabilidad, el trabajo de nacer, criar y educar a un hijo.
La única reacción de María por
respuesta fue ¿y cómo sucederá esto, si no vivo con ningún hombre?, El ángel le
estaba anunciando que sería una madre soltera. Y una mujer soltera no gozaba de
mismo respeto como una casada, aún cuando ambas sufrieran la injusticia social.Pero Dios no la dejo sola con esta enorme tarea, El le proveyo una
mujer para que fuera su soporte y de alguna manera hasta su confidente.
Ella era Isabel, su parienta, quien a pesar de ser ya madura de edad,
habia quedado en estado de embarazo seis meses antes que Maria. Asi
Maria, busca efugio y consuelo en su parienta que estaba en las mismas
condiciones que ella.María sabía las consecuencias y lo que enfrentaría su Hijo, en una sociedad
patriarcal como la cultura Judía, pero ella no se amedrentó y con actitud
valiente asumió su apostolado.
Pensemos ahora en María, una
jovencita, embarazada, pobre, sin mayores oportunidades para salir adelante en
la vida junto con su Hijo, en una sociedad machista y llena de tabúes. Una
sociedad donde las mujeres no cuentan: no tienen voz, no oyen, no ven y no
pueden hablar. Es allí, donde el Espíritu de Dios vino a ella, dignificando su
vida, su vientre y su ser.
Un hijo es un regalo, un regalo
de Dios, María a pesar de su juventud fue una mujer muy sabia, porque optó por
la vida, aceptó y se comprometió a defender la vida a costa de lo que fuese. A
costa de su salud, de su honor, de su familia, sabiendo que al asumir esta
responsabilidad, tendría que enfrentarse a difíciles situaciones, económicas,
culturales y religiosas.
María es un ejemplo de valentía y
coraje para nosotras aún ahora cuando hablamos o pensamos que nuestras
sociedades son modernas. María hizo camino en terrenos que ahora en estos
tiempos muchas mujeres no estamos dispuestas a caminar.
Nuestra cultura occidental, nos
ha alienado, nos ha cegado para no pensar y no confiar en nosotras mismas, de
manera que nos comprometamos por la defensa de la vida, protegiendo a aquellos
que están en condición de debilidad: las mujeres, los niños y las niñas.
Revda. Blanca Irma Rodríguez.
Salo, Finlandia, 17 de marzo de 2013.
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