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sábado, 14 de agosto de 2010

EL CULTO MAYOR Y LA ESCUELA DOMINICAL


La educación cristiana de los niñas/as es una tarea que la iglesia lleva a cabo junto con otras actividades formativas de la feligresía. Dentro de las actividades que lleva a cabo la iglesia, cada una de ellas está planificada en función de animar a que todos o por lo menos una mayoría participen de ellas. Así, actividades como: charlas, seminarios, asambleas, estudios bíblicos, prácticas corales, y otras, están organizadas en horarios adecuados para evitar interferencias. No así la Escuela Bíblica Dominical, en varias iglesias se desarrolla a la misma hora que el Culto Mayor dominical.

Esta práctica, si bien es cierto que busca evitar el aburrimiento de los niños/as y la tranquilidad de los padres a la hora de la predicación de la Palabra, también están enseñando una actitud equivocada a los niños/as. De esta manera el mensaje que llega a ellos es que el Culto tiene menos importancia que su Escuela Bíblica, y por lo mismo no es importante ni necesaria su participación.

Esta práctica asimilada durante toda su niñez, no es fácil cambiarla cuando llegan a la adolescencia y la juventud. Durante toda su niñez que participaron de la Escuela Dominical, se les “sacó” del culto y de repente al llegar a la adolescencia que dejan la Escuela, queremos que cambien, y que con fervor y devoción participen de algo que antes no han hecho y que tampoco los hemos preparado para ello. A esta edad ellos no quieren participar del culto. Es común ver a jóvenes participando en las diferentes actividades realizadas por la Iglesia, pero no del Culto como el espacio central de adoración a Dios. Así las cosas, no se puede pensar en una culpabilidad de los jóvenes por pensar y actuar de esa manera, esto solo es el reflejo de lo que se les ha enseñado en su niñez.

Ahora se tiene la oportunidad de corregir estos errores, cambiando estas prácticas que la experiencia nos ha enseñado que no han dejado buenos frutos, para el mejor desempeño de nuestra vida de adoración. Hay que pensar por ejemplo; realizar la Escuela Bíblica Dominical una hora ó unos 45 minutos antes del Culto. Para trabajar con los niños/as, si bien es cierto que es importante el tiempo que pasamos con ellos; es mejor priorizar la calidad del mismo y de la enseñanza que se les imparte.

Una Escuela Dominical, no solamente debe tener contenidos bíblicos, sino además teológicos, doctrinales, sociales y culturales. La Iglesia como ente social también está inmersa en un mundo de relaciones del que no puede abstraerse, los niños deben conocer esta realidad para que en su momento puedan hacer las debidas y oportunas conexiones entre iglesia y sociedad.


Revda. Blanca Irma Rodríguez.
Agosto del 2010.




“No más violencia: El pueblo de Dios exige seguridad, tranquilidad y justicia”
Levíticos 25:18